El impacto del bullying, la violencia escolar y los abusos de poder en Telesecundarias de Naucalpan y Tlalnepantla


 El reciente asesinato de Norma Lizbeth Ramos Pérez, una adolescente de secundaria a manos de su compañera de clase, ha puesto de manifiesto los peligros del bullying y la violencia escolar. El video del trágico incidente se ha viralizado, generando una creciente preocupación por la seguridad de los estudiantes en las escuelas.

Mientras tanto, en Telesecundarias de Naucalpan y Tlalnepantla, se ha informado de abusos de poder por parte de una supervisora escolar, María Rosalinda Herrera, quien ha presionado a profesores y alumnos en su zona escolar. Se alega que ha ejercido violencia laboral y psicológica en maestros que no son de su agrado o que no simpatizan con el PRI, ahora que se encuentra el estado en periodos de campaña. A pesar de las denuncias recibidas, sus conexiones con el sindicato la han mantenido impune.

Un incidente reciente tuvo lugar en la telesecundaria de Loma Colorada, donde la supervisora Herrera se enfrentó verbalmente y amenazó a estudiantes que defendían a su profesora, quien había sido amenazada previamente por la supervisora y su auxiliar. Como resultado, estas autoridades amenazaron a los estudiantes con expulsarlos de la escuela.

De acuerdo con la información enviada a esta redacción por madres y padres de familia de la telesecundaria de Loma Colorada, la situación ha generado una creciente preocupación y frustración entre la comunidad escolar. Los padres exigen una respuesta efectiva por parte de las autoridades educativas para garantizar la seguridad y el bienestar de sus hijos en la escuela.

Este caso pone de relieve la necesidad de abordar el bullying y la violencia escolar, así como los abusos de poder que pueden ocurrir en el entorno educativo. La seguridad y el bienestar de los estudiantes deben ser una prioridad en las escuelas, y se requiere una acción efectiva para prevenir y abordar estos problemas.

Es esencial que las autoridades educativas, los sindicatos y las escuelas trabajen juntas para garantizar que los educadores y el personal escolar actúen de manera responsable y respetuosa. Además, es necesario fomentar una cultura de apoyo y respeto entre los estudiantes, para prevenir el bullying y la violencia en las aulas.

Hasta el momento de la redacción de esta nota, la Secretaría de Educación Pública y la SEIEM no se habrían pronunciado a pregunta expresa de este medio respecto de las denuncias comentadas por los familiares de los estudiantes.


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